Más allá del trauma a través del aliento, el color, el sonido…el amor
Y ahora emprendo el viaje a Itaca Nada temo soy Ulises
Sediento de mi destino el regreso es mi camino
La oscuridad es mi guía navegar hacia el ocaso
El sol poniente mi sino sobre un mar color de vino
(Kavafis-Elias Moncholi, por gentileza de Elías)
¿Qué es esto??!!! Horror!!!!!¿ Qué me está pasando? ¿Dónde estoy? No veo con tanta luz..ese ruido…esas voces que gritan…pero todo está vacío,..por más que agito mis brazos no encuentro…tengo frío, mucho mucho frío…me estoy muriendo…estoy solo…dónde se fue la voz familiar, el sonido quieto que me envolvía, el calor del agua…me cogen, me hacen daño, me separan, mi mamá queda lejos…tengo frío…algo entra a través de mí, una corriente que me quema, más gritos…más daño…me cogen fuerte…no escuchan mi llanto…no paran de gritar…tengo miedo…mamá…¿no me ves?…sólo necesito estar contigo…tengo miedo…el aire va entrando mejor, pero duele así que mejor le dejo entrar a medias…estoy temblando…tengo frío…me limpian..me meten cosas por la nariz…por la boca…me pinchan…mamá…ahora me tapan y casi me asfixian pero sigo teniendo frío…los brazos y las manos rápidas van y vienen y yo voy y vengo de un sitio a otro…pero mamá…tengo la garganta seca de tanto llorar…mi llanto sale apenas, afónico…mi pecho se agita convulso…no paro de agitar los brazos buscando algo a mi alrededor pero está vacío…
De pronto, al fin…calor…me envuelven…hay menos luz…unos brazos..una voz familiar, suave…una respiración que se une, al fin, a la mía…aprendo a respirar y poco a poco me calmo…era tan fácil.
Luz, sonido, aliento…la luz es cegadora, el sonido estridente, el aliento doloroso.
Salimos a la luz después de la oscuridad muchas, muchas veces a lo largo de nuestra vida, de los años, de un año, de un mes, una semana o incluso un solo día. Nos quedamos sin aliento por dolor o por miedo . Los ruidos de
nuestra mente nos desorientan una y otra vez. La metáfora iniciática del nacimiento es un libro de sabiduría en el que habría que leer. Todos llevamos esa información grabada, que se hace presente continuamente hasta que se libera, es decir, hasta que podemos pasar a través y ayudar a otros a hacerlo. Nuestro grado de evolución no ha llegado aún a comprender y por lo tanto, atender a ese cruce entre espíritu y materia que es la concepción, la gestación y el nacimiento, salvo algunas voces avanzadas que ven en ello el siguiente paso necesario, consecuencia a su vez de una mayor amplitud de conciencia. La mirada del terapeuta centrado es portadora de intención. Es presencia consciente que se sabe partícipe de la condición humana, del viaje de la oscuridad a la luz. La huella prenatal, natal, de las primeras horas emerge en muchas ocasiones porque acontecimientos del presente, disfrazados con otros personajes y escenarios, son réplicas de la primera huella que busca explicarse, reconocerse para disolverse y es necesario tenerlo en cuenta. Investigadores como Janov o Cyrulnik señalan cómo lo que ocurre incluso antes del nacimiento puede aumentar la sensibilidad de un organismo para interpretar estímulos y también para adaptarse a ellos.
Pero como también sabemos que todo ese pasado actúa como si fuera presente, lo atendemos en el ahora, tratando de devolver el continuum de vida, energía y atención amorosa que se interrumpió.
Ponente: Gema Vidal Santos